viernes, 19 de diciembre de 2008

POBLADO DE LOS GUINDOS. MINERO Y CINEGETICO


El emplazamiento de Los Guindos en Sierra Morena y la abundancia de pizarra en sus filones han condicionado de forma singular la actividad minera de esta zona, y, por tanto, los métodos de explotación y los sistemas empleados en la construcción de sus instalaciones.
El recorrido propuesto en estas líneas centra su interés en dos de las compañías más importantes de La Carolina (incluyendo Baños de la Encina) y que marcaron el devenir de la minería en esta zona durante sus años de apogeo, a saber: Los Guindos y El Centenillo. Siguiendo la línea que describe la carretera de El Centenillo, emplazada a la entrada de la localidad de La Carolina, se otean las primeras instalaciones de Los Guindos, una de las más importantes del distrito Linares-La Carolina. Despuntan al inicio del recorrido el Pozo Federico, que focalizaba las labores de extracción de mineral de la mayor parte del criadero y La Española Los Guindos cuya cabria aún se sigue imponiendo sobre el paisaje. La empresa Los Guindos disponía de una central eléctrica, la conocida Casa de Central en La Urbana que se empleó para garantizar la energía necesaria para alimentar toda su maquinaria. Junto con el Pozo el Guindo y La Urbana, la Manzana configura la tercera explotación más importante de esta concesión. Entre los restos que aún conserva se adivina el Gran Socavón, que servía de acceso al pozo principal de la Manzana, por el que también se comunicaba con el interior de El lavadero, del que hoy tan sólo se mantienen algunos restos de sus instalaciones. Junto a la Carretera de El Centenillo, se localiza otro de los hitos más representativos de este recorrido, el conjunto de viviendas e instalaciones mineras que configura el poblado de Los Guindos. De carácter disperso, conserva gran parte de las viviendas que lo conformaron, muchas de ellas han sido rehabilitadas, manteniendo su tipología original. Las explotaciones de La culebrina y los curas, concesiones ambas de Los Guindos, anuncian la entrada a Baños de la Encina. Insertas en parajes de gran riqueza natural, aún conservan restos de sus instalaciones de clara tipología cornish, así como senderos poblados de viviendas de mineros. El punto de inflexión de este recorrido lo constituye uno de los ejemplos más paradigmáticos de tipologías de poblado minero: El Centenillo. Al observar su estructura se hace patente la fuerte estratificación social que llevaba aparejado el desarrollo de la actividad minera. En la actualidad conserva un buen número de casas mineras de su época de esplendor, algunas de las cuales aún están en uso. Dentro de este conjunto urbano sobresalen el casino, la iglesia dedicada a Santa Bárbara y las viviendas de mineros, capataces e ingenieros, de marcada influencia inglesa. Anexos al poblado de El Centenillo, los vestigios de varias instalaciones mineras, testigos mudos y maltratados de su época, aún se mantienen en pie. Se trata de las minas de Santo Tomás, El Mirador, El Águila y Pozo Nuevo, ejemplos estos de cómo, en La Carolina, el pulso entre la minería y la orografía han condicionado su paisaje. Cabrias, casas de máquinas y chimeneas que aprovechan los desniveles del terreno, desdibujando las líneas de sus filones.

1 comentario:

Perico dijo...

Poncho esa portada no te pega nada