jueves, 24 de febrero de 2011

LAS REHALAS: EL DIA DESPUES



Una vez acabada las monterías guardamos rifles, morrales, visores, barbour etc etc y empezamos a "maquinar" que será de la próxima temporada. Hemos tenido un otoñazo , un mejor invierno y la primavera se presenta excepcional. Algunos terminan el pájaro, otros empiezan con las esperas, y así hasta la media veda para ir atinando con la escopeta. Los más afortunados ya preparan viajes a Hungria a por algún corzo.

Sin embargo nos olvidamos que desde mediados de febrero y hasta Octubre "las rehalas existen". Son las grandes olvidadas del cazador, termina febrero y el toque de caracola no vuelve a sonar hasta el comienzo de temporada. Es momento de valorar aún más a los perros de rehala, no olvidarnos de ellos, ya no salen a cazar el fin de semana, ya no van a tener horas de furgón, ni kilómetros de campo para hacer lo que saben hacer, para lo que han nacido, para lo que se han criado, para CAZAR.
Es momento de valorar y analizar la temporada desde el punto de vista del rendimiento de los perros, su afición a la caza, su olfato, su tesón, su dicha y su valentía. Quien los ha cazado es el que mejor puede valorar esas características, la búsqueda del buen semental, la cría de los cachorros adecuados, la alimentación adecuada, el campeo. No nos olvidemos de ellos, son al fin y al cabo la esencia de la montería. Los perros de rehala también existen de febrero a Octubre.
En "Frentejaras" tienen desde hace un mes su nueva casa, diez hectareas de dehesa y monte para disfrutar, estar bien atendidos y disfrutar de terreno para que vayan haciendo piernas para la próxima temporada. Es vuestra casa, estais invitados.
Un saludo
ALMOGA

5 comentarios:

FJ López Maraver dijo...

GRAN VERDAD esta que comentas. Me ha gustado mucho la idea de esta entrada. Enhorabuena.
Un saludo

Rafa dijo...

A mi también me ha gustado la entrada, pero me ha gustado más la foto de los cachorretes...
Y anda que no los cuida su papá, doy fé de ello. En el Quinto, les lavaba las botas llenas de barro de jugar, y, cuando le preguntó a Alvaro lo que habían hecho para mancharselas, el artista se quedó pensando y dijo: "Ummmm, es que nos hemos caido papá".

Picatoste dijo...

Deja que los chiquillos estropeen las botas, Poncho!!!
No hay nada mejor que romper calzado.
Paco

Anónimo dijo...

PL dijo.--BONITA ENTRADA,y bonito saber que hay personas,que verdaderamentese acuerden de las rehalas,y del trabajo de las mismas y del trabajo que queda hasta volver a sacar esos animales al campo, y el trabajo que cuesta sacar esas crias adelante. un saludo de un buen amigo

Ana B. dijo...

"Los perros de rehala tambien existen de febrero a octubre"...sabes de sobra la razon que llevas, y yo puedo evitar añadir: que ademas de existir son disfrutados y mimados, para que su regreso entre las jaras haga el delite de los que en sus posturas aguardan y de los que con ellos caminan.

llegan ahora dia de paseos largos y silenciosos, de momentos de juegos y mimos...para que en Octubre salgan al monte con las mismas ganas que en su ultima suelta...