La caza no acaba a final de temporada, acaba la actividad cinegética, pero hay otros muchos factores quizas mucho más importantes que "el trofeo" que se van fraguando con el día a día de caza. Esos factores salen a relucir en fines de semana como el que "entre amigos" hemos pasado en el Hotel Rural La Caracola de Andújar. El trato de Ramón e Inmaculada hacen que te sientas en tu propia casa y eso es muy importante para sentirte agusto y olvidarte del dicho de que...."como en casa de uno.....". A los dos !!muchas gracias!!
Las paredes de esta preciosa casa deben de haber oido y vivido relatos impresionantes de caza, esos que nosotros y nuestros hijos oiriamos atonitos su fuera el mismo Jaime de Foxá quien nos los contara. Esta era su casa, ese comedor su bodega, esa chimenea su rincón que dio calor para escribir de esa forma magistral la Salve Montera, tan cerca del Santuario y tan lejos del ruido de la ciudad.
Un sabor a antiguo con un contraste de modernidad, un hotel con encanto al que ya me apunto para visitar de vez en cuando. Os lo recomiendo para perderse no solo un fin de semana, sino varios.
Un saludo
ALMOGA
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